07:45 am. Metrobús atascado, cristales empañados, gente sudando y de jeta. Y en eso, aparece un GENIO, un súper héroe, que piensa y mueve un dedo. Entonces, se abre una ventana y los que estamos cerca podemos respirar aire menos envenenado. ¿Estamos como estamos porque somos como somos? Desidiosos, egoístas, poco solidarios.
“La unión hace la fuerza”, dice el refrán popular, sólo que hoy en día es muy difícil ver unión entre las colectividades. Parece que las condiciones de vida actuales: menos recursos, menos empleo, nula distribución de riqueza, escasas oportunidades de desarrollo, vivienda insuficiente, salud no para todos, ni de buena calidad, educación de baja calidad y no generalizada, cultura cada vez menos difundida …nos hacen ser más individualistas, más indiferentes en relación a lo que sucede a nuestro alrededor o lo que le sucede a nuestros semejantes (seres humanos) que viven una realidad propia y otra compartida al igual que todos.
Durante un mundial de fútbol, millones de aficionados, gritan, corean y cantan cada jugada, cada gol, cada triunfo de su equipo nacional. Se habla del jugador número 12 al referirse a la fuerza del público aficionado en el apoyo moral para su equipo, suele hablarse en plural ante los triunfos: ganamos 3-1. Todos somos México cuando la selección nacional juega.
Y eso se ve, se oye y se siente en el tiempo que dura el mundial: en escuelas, oficinas, hospitales, bares, restaurantes, e incluso en la vía pública puede verse un partido de fútbol; se suspenden clases, labores, audiencias, cuando México juega. Cuando once jugadores patean un balón en representación de toda una nación, cuando esos héroes nacionales se juegan la vida, la carrera, su fortuna y su futuro en la cancha…
Pero cuando un grupo de MEXICANOS que viven en pobreza extrema y marginados, aspiran a ser maestros rurales, para enseñar a leer y escribir a otros MEXICANOS; simplemente desaparecen, entre versiones atroces que erizan la piel. O cuando el grupo social de una comunidad rural se opone a que los desplacen de su hábitat, para proceder con mega proyectos estratégicos de desarrollo nacional, son víctimas de violaciones a sus derechos humanos.
Muy pocos se ponen la camiseta y gritan “MÉXICO, MÉXICO, MÉXICO” o se acuerdan del Himno Nacional…
¿Será cierto lo que dijo Victor Hugo (1802-1885), el novelista francés?
“La aceptación de la opresión por parte del oprimido acaba por ser complicidad; la cobardía es un consentimiento; existe solidaridad y participación vergonzosa entre el gobierno que hace el mal y el pueblo que lo deja hacer.”
Dicen por ahí que vivir con miedo no es vivir, pero “No hay medicina para el miedo”, dice un viejo proverbio escocés
¿La unión hace la fuerza?, o, divide y vencerás; es el menú de hoy, con sabor de ayer y será el recalentado de mañana.
