Sarcasmos 107

¿Cómo dejar a un tonto en suspenso por 24 horas? Mañana te digo. / “¡Qué bonitos están tus pupilentes!” “Son cataratas, baboso.”

BUDA

Sidarta Gautama “fue un sabio en cuyas enseñanzas se fundó el budismo. Nació hacia el año 500 a.C. en la ya desaparecida república Sakia (sur de Nepal), en las estribaciones del Himalaya. Enseñó el camino medio para alcanzar el Nirvana (todo un tema éste) entre la complacencia sensual y el ascetismo estricto” (como el aurea mediocritas de Horacio, la dorada medianía; una suerte de filosofía pequeño burguesa, pues, hoy tan detestada por los radicales de izquierda y derecha, comunistas y plutócratas, que la tildan de “mediocre”, “loser” y tonterías semejantes).



Buda significa “el Despierto” o “el Iluminado”; Sidarta, “la mente perfecta” o “el que logra su propósito”; Gotama, “la mejor vaca”. “La leyenda cuenta que en la noche en la que Sidarta fue concebido, la reina Maya soñó que un elefante blanco con seis blancos colmillos entraba por su costado derecho. Diez meses lunares más tarde nació Sidarta, del costado de Maya.”



El rey Sudodana, su padre, deseaba que su hijo se convirtiese en un gran rey y lo protegió de las enseñanzas religiosas y del conocimiento de la existencia del sufrimiento (Duka). Cuando llegó a los 16 años, su padre arregló su matrimonio con una prima de su misma edad llamada Yasodara. Ella dio a luz a su unigénito llamado Rajula.



Hasta los 29 años Sidarta vivió como príncipe en Kapilavastu hasta el incidente de los cuatro encuentros. Aunque su padre se aseguró de proveerle todo lo que podía necesitar o desear, el futuro Buda sintió que la riqueza material no era el objetivo final de la vida. Pese a los esfuerzos de su padre para ocultarle a los enfermos, los ancianos y el sufrimiento, Sidarta dejó un día el palacio para reunirse con sus súbditos y durante su recorrido vio a un hombre viejo. Cuando su cochero Chana le explicó que todas las personas envejecían, el príncipe continuó los siguientes trayectos fuera del palacio. Estando en ello, encontró a un hombre enfermo, un cadáver en descomposición y un asceta.



Estos cuatro encuentros deprimieron a Sidarta Gautama, por eso se esforzó en vencer al envejecimiento, la enfermedad y la muerte llevando durante varios años la vida de un asceta extremo y de aprendizaje con diversos maestros.



Al final de esa durísima etapa, “aprendió dos cosas de suma importancia: primero, que el ascetismo extremo no conducía a la liberación total, sino que era preciso algo más; y segundo, que, alcanzado cierto punto, ningún maestro era capaz de enseñar nada más. Partió decidido a no seguir buscando fuentes externas de sabiduría, sino a encontrarlas dentro de sí mismo.



Otra versión mítica de esta etapa de su vida nos dice que Sidarta, en sus extremas prácticas de ascetismo, después de algunos días sin comer ni beber agua y pocos minutos antes de su muerte, escuchó a un maestro que estaba enseñándole a una niña a tocar el sitar (instrumento musical). El maestro le decía que si la cuerda estaba muy floja no sonaría, pero si la cuerda se encontraba muy tensa se rompería: la cuerda debía estar en su justa tensión para que pudiera dar música y armonía.



En ese momento Sidarta comprendió el camino medio: tanto el ascetismo extremo como la vida de placeres del palacio eran dos extremos, y la verdad se hallaría en la justa medida entre el placer exacerbado (el hedonismo brutal de Aristipo) y el ascetismo extremo.”



Un detalle en especial me hace ruido. El mito dice que Sidarta, encandilado por su llamado místico, dejó con el palacio a su esposa y a su hijo. Eso me parece terriblemente inhumano e irresponsable, y se me hace que es fruto de mentes radicales, ascetas extremos o triunfalistas acelerados. (Sin embargo, otras versiones hablan de que su hijo Rajula, que para ese momento tenía siete años de edad, también se unió al grupo y se convirtió en otro de los diez discípulos principales de Buda.)



COLOSIO
21 años.
OOOOOOMMMMMM
Medita cuanto puedas, cuando puedas.



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